Calesita "EL PURRETE", de Pili y Menna, así estaba escrito en los boletos con que se podía acceder a dar unas vueltas en ese juego para niños, que también gozaban los mayores.
La noble estructura que albergaba caballitos, autos y que tenía como atracción "La Sortija" un artefacto que manejaba uno de los dueños, que movía la pera donde estaba engarzado un anillo que debía sacarse para lograr grátis, seguir girando. Estaba ubicada en calle Maipú al 475, donde se erige actualmente la casa de la familia Antonini, frente al polideportivo, corrían los años 50 y quien sabe como, un día el señor Pili, empleado en Obras Sanitarias y Piti Menna, mecánico de profesión se asociaron para explotar un clásico en tretenimiento, muy popular en esos años, allí concurrían los niños acompañados de sus padres que permanecían a un costado, gozando la alegría de ver a sus cachorros tan felices. Tenían un equipo de sonido -bocinas- que difundían música alegre de ese tiempo y las niñas en estado de merecer también concurrían soñando encontrar a su príncipe azúl. Por su micrófono recuerdo haber escuchado a algunas cantoras del barrio que entonaban temas de moda.
Funcionó varios años en ese lugar y posteriormente el Sr Pili la trasladó al terreno ubicado en calle Moreno, donde actualmente está el portón de entrada al gimnasio. ¡Cuántos niños disfrutaron de la calesita! El tiempo y la moderrnidad implacables la condenaron al olvido, pero en un rincón de nuestros afectos, todavía luchamos con el hombre de La Sortija, al que había que quitarle la preciada y esquiva llave que nos permitiría dar un nuevo giro, guiando un córcel de cartón piedra o manejando un autito al estilo Fangio.
Por tantos momentos felices que nos diste Calesita EL PURRETE, hoy te evoco y te guardo en mi corazón.
ULISES LASA
