A LA FAMILIA DE SCHOENSTATT- SALUDO DEL 20 DE ENERO‏

Cada año recordamos aquel 20 de enero de 1942 cuando el P. Kentenich, preso por el régimen nazi en la cárcel de Coblenza, decidió no firmar el pedido de revisión médica que le daba la posibilidad de no ser transferido a un campo de concentración. En marzo fue trasladado al campo de concentración de Dachau donde permaneció preso en condiciones infrahumanas durante 3 años y medio. Él ofreció su libertad “exterior” por la libertad “interior” de su Familia de Schoenstatt. Unido a Cristo y siguiéndolo sus huellas aceptó el dolor y la cruz para que sus hijos tuvieran “vida en abundancia”. Fue su salto mortal en la fe y en la confianza divina. La radical entrega en Alianza del P. Kentenich despertó en el Movimiento una gran corriente de solidaridad con él y de profunda unión entre los hermanos.
El 20 de enero se constituyó así en el eje de la historia de Schoenstatt. Este 20 de enero del 2012 tiene además un carácter muy especial: celebramos los 60 años del Santuario de nuestra Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt en Florencio Varela. Hace 60 años Dios irrumpió nuevamente en nuestra historia e hizo brotar aquí un nuevo manantial de gracias, un Santuario de María para bendición de todos sus hijos peregrinos. Aquí hemos experimentado que Ella es la Madre que ama y cobija, la Educadora que nos forma como hombres nuevos en Cristo, y la Reina que nos envía como discípulos-misioneros de Cristo para renovar nuestra sociedad. Pero en este Santuario María nos regala experimentar particularmente lo que el P. Kentenich expresó diciendo: "Cuanto más fuimos conducidos a la Santísima Virgen, tanto más fuertemente Ella nos condujo a Cristo, y en Cristo al Padre” (19.3.1952­).
Sí, aquí experimentamos fuertemente el amor paternal de Dios. Querida Familia de Schoenstatt, es un signo de la Providencia Divina que, en el Año de la corriente del Santuario camino al centenario de Schoenstatt, la Familia argentina celebremos los 60 años del Santuario del Padre acompañados por el Símbolo del Padre - regalo del P. Fundador para el Santuario Original - en su peregrinación por el mundo hacia el 2014. Este Santuario es un don: en tiempos de grandes desarraigos e inseguridades aprovechémoslo para crecer en filialidad y en paternidad. Pero también este Santuario es para nosotros un desafío: en Alianza con María, como hijos, hermanos y padres, estamos llamados a vivir y gestar una sociedad con alma y vínculos de familia. Las proféticas palabras del P. Fundador siguen vigentes y nos iluminan en esta misión: Este Santuario es un signo de fe, de unidad, de lucha y de victoria. ¡Feliz día del Santuario! ¡Feliz día, Familia del Padre! Desde el Santuario les mando un cordial saludo y bendición. P. José Javier Arteaga ¡SANTUARIO VIVO, HOGAR PARA EL MUNDO!

JORNADAS NO LABORABLES Y FERIADOS

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